Aguas grises; un buen abono natural
Si pensabas que el agua que proviene de la cocina, la colada, el cuarto de baño o el lavabo no sirve para nada más, estás equivocado. Estas aguas, también conocidas como aguas grises, y que a primera vista pueden resultar inservibles, pueden convertirse en abonos perfectos y de gran valor para trabajos de horticultura.
Si bien, las aguas grises contaminan lagos y ríos por la cantidad de fósforo, potasio y nitrógeno que contienen, puedes en cambio utilizarlas como excelentes nutrientes para regar las plantas, eso sí, tratándolas previamente. Así, por ejemplo, los filtros de jardinería, retienen las grasas de cocina y dirigen el agua pretratada a jardineras impermeables en las que se siembran plantas de pantano, que vuelven a purifican el agua, haciendo posible la recuperación de hasta un 70 por ciento.
Otro sistema para recuperar aguas grises es el acolchado. Tal y como informa la ONG Ecologistas en Acción, se trata de dirigir el agua gris hacia zanjas rellenas de un acolchado compuesto por corteza de árbol, paja u hojas, que servirá como tratamiento.
Más aún. El agua de un acuario o pecera, el de los jarrones o el que se ha utilizado previamente para cocer legumbres no necesita ser tratada para utilizarla en el riego. Todo lo contrario; se trata de agua que puede favorecer el crecimiento de tu jardín, ya que contiene un cantidad interesante de vitaminas y sales minerales.